sábado, 5 de noviembre de 2011

EL CONFORMISMO DEL SIGLO XXI

En la actualidad nos encontramos en un mundo infectado por la tecnología moderna, la explotación de las famosas redes sociales y las consecuencias que estas acarrean. El mundo actual está caracterizado por las comodidades que el auge de la tecnología ofrece. Es curioso que un aparato tan pequeño como un teléfono móvil, sustituya al ordenador, televisión, radio, periódico, cámara de vídeo, de fotografía y según últimas publicaciones, una billetera virtual (Google incorporará a los móviles una aplicación para poder realizar pagos con el aparato). A causa de esto, la sociedad en la que vivimos, es una esclava de la tecnología. Este vídeo es un ejemplo de lo que digo. Disconnect to Connect

Debido a esto, el siglo XXI se ha caracterizado por la comodidad de la gente joven. Los jóvenes de hoy en día se aíslan con las nuevas tecnologías en su propio mundo. Han perdido interés en actividades que no involucren un aparato electrónico. Es más que usual, ver por la calle a un joven caminando con audífonos, oyendo música y chateando en el móvil, sin darse cuenta de lo que sucede a su alrededor. Están interesados en todo lo nuevo que se crea pero no tienen ningún interés en crear algo por ellos mismos. Han entrado en un estado de conformidad en el cual la iniciativa propia ha desaparecido. No existe el emprendimiento en ellos. Dan por hecho que todo ya existe y lo único que se puede hacer es mejorar o modificar lo existente.

Los jóvenes no piensan por sí mismos. A diferencia de la teoría del Profesor Jaime Nubiola que presenta en su libro “Invitación a pensar”, en la que dice que los jóvenes no piensan por sí mismos porque están persuadidos que eso genera problemas y se corre el riesgo de distanciarse de los demás, además que requiere mucho esfuerzo y les causa angustia. En mi opinión no es así, estoy de acuerdo que los jóvenes no piensan por sí mismos, pero no lo hacen por cómodos. Les da pereza pensar. Se preguntan “¿Para qué pensar y complicarse? Ya hay gente que se encarga de los problemas de la sociedad. Para eso están los políticos y los científicos.”

En mi opinión, el conformismo de la gente joven, se agrava por el enorme impacto de las nuevas tecnologías y el nuevo mundo cibernético que narcotiza a la sociedad, pero el origen de este conformismo viene de los padres. Los jóvenes de las edades entre dieciocho y veinticuatro años deben de tener padres que probablemente han crecido entre los años sesenta y setenta. Tanto en Latinoamérica, como en el mundo continental, el final del siglo XX se caracterizó por guerras, lucha de clases, opresiones, dictaduras, limitaciones de Derechos Fundamentales etc. Esto causaba en la gente joven, unas ansias de lucha, hacerse oír, pelear por sus Derechos, defender su libertad. Eran tiempos difíciles en los cuales, se tenía que hacer todo por cuenta propia.

En un primer momento podría pensarse, que por esas razones los padres serían más duros con sus hijos, para que sepan lo difícil que es la vida. Pero en la realidad es diferente. Los padres en la actualidad no desean que sus hijos vivan lo que ellos vivieron. Intentan darles todas las comodidades posibles y se aseguran que a sus hijos nunca les falte nada. Les acomodan la vida, no los impulsan a tener iniciativa, buscan que sus hijos tengan una vida fácil y pre-establecida. No les enseñan a pensar por sí mismos, a pensar diferente que la mayoría, a ir contra la corriente. Les enseñan a pensar lo que vayan a decir, pero no a decir lo que piensan. Al crecer en una sociedad relativamente estable sin mucho altercado, impulsan a sus hijos a ir con la corriente y no salirse de ese carril pre-establecido. Esto conlleva a un gran desinterés por lo que pasa fuera de su burbuja. Existe una gran falta de autenticidad. La inspiración se encuentra en lo auténtico, por lo tanto sin autenticidad no hay inspiración.

En mi opinión, los padres deben enseñarle a sus hijos a salir adelante por su cuenta, darles los bienes básicos, pero hacerlos esforzarse por lo demás. Enseñarles a pensar por sí mismos, que no esperen a que les digan qué hacer y cómo hacerlo. Que sean inconformistas, insatisfechos, escépticos y no tener miedo de decir lo que uno piensa. “Ask not what your country can do for you, ask what you can do for your country.” John F. Kennedy.

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